30 de agosto de 2011

Reseña Bloodlines by Richelle Mead



Título: Bloodlines
Autor: Richelle Mead
Género: Juvenil Romántica (YA)


Sinopsis:
Cuando a la alquimista Sydney le es ordenado proteger la vida de la princesa Moroi Jill Dragomir, el último lugar al que espera ser enviada es una escuela privada para humanos en Palm Springs, California. Pero en su nueva escuela, el drama sólo acaba de comenzar.
Poblada con nuevas caras y algunas familiares, Bloodlines explora toda la amistad, romance, batallas y traiciones que hicieron del tan adictivo Vampire Academy el número 1 en la lista de los mejores libros del New York Times… esta vez el escenario es en parte vampírico, en parte humano donde las apuestas son incluso más altas y todos saldrán por sangre.

Según mi opinión:
Ya os hablé anteriormente de las portadas y conocéis cual es mi opinión, para aquellos que no me conocieran aún volveré a confesarlo: aunque la roja me gusta, la negra es mi favorita.

Me centraré ahora en los personajes
Adrian Ivashkov es un moroi con el corazón roto que ya conocimos en Vampire Academy (es delito no haber leído esa saga). Por todos es conocido su gusto por las fiestas, el alcohol y los cigarrillos, lo que sorprende de él son sus momentos de lucidez, normalmente escasos. Lo dije en su día: si no existiera Dimka, él sería un protagonista perfecto.
Sydney, alias la alquimista. ¿Quién dijo que esta muchacha de apariencia remilgada no tenía valor? Responsable, inteligente, consciente en todo momento de sus obligaciones, apasionada por la arquitectura y como ya sabíamos ansiosa por poder ir a la universidad, la señorita Sage nos sorprende con un agradable sentido del humor y con una buena dosis de venganza.
Lo primero que me vino a la mente tras leer los primeros capítulos fue: se parece tanto a Rose y al mismo tiempo es tan diferente…
En cuanto a Jill… tal vez vaya en los genes Dragomir, pero la niña es demasiado caprichosa y egoísta para mi gusto. Me estreso un poco con ella, lo siento.

Vayamos a la trama
No tengo nada que decir de la forma de argumentar de Richelle Mead, es una de las grandes, una de las mejores. Para mí una de mis autoras favoritas. Es de esas escasas autoras que consigue hechizarte con sus palabras.
La única carencia que le he encontrado al libro ha sido un poco más de romance, pero eso es lo que hace a Richelle especial. Hoy en día, reinan en el mercado las sagas repletas de amor a primera vista, algo que en la vida cotidiana no sucede. Los romances de esta autora están tan impregnados de realismo que los protagonistas se te van metiendo debajo de la piel poco a poco y os aseguro que nunca los olvidas después. Esto es un sello identificativo de la autora, algo que espero que no cambie, porque es especial.
La diversión está servida gracias a las mil ocurrencias de nuestro pobre Adrian.
La intriga comienza inmediatamente gracias a la aparición de nuevos personajes que no os dejarán indiferentes. Y es que no sólo hay un punto en el que enfocar la visión. Hay tanto dónde ver que tu cabecita se convertirá en un hervidero de teorías antes de que te des cuenta. Tal vez por eso no se echa tanto de menos el romance, no tienes tiempo de pensar demasiado en el, aunque esperaba que la presencia de Adrian fuera más notable. 

Muchas de mis teorías se hicieron realidad, muchos puntos en cambio me dejaron con la boca abierta. El ingenio de esta mujer no tiene límites, por eso sólo tengo una palabra para definir este libro: Impresionante. 
Tengo que admitir que lo mejor del libro es la última frase. Una frase que consiguió que me diera un vuelco el corazón. 

Si tenías dudas, son completamente ilógicas. Amigos, es Richelle Mead y este libro es digno de ella.

No sé si podré esperar a mayo 2012 para leer la segunda entrega. Tengo tantas preguntas y tantos misterios que necesito resolver... además apuesto a que en el próximo libro habrá mucho más amor. 

Un fuerte abrazo, Melinda.


P.D: sé que mis reseñas son cortas, pero prefiero un espacio libre de spoiler y en el que podréis encontrar una humilde opinión sin que os maree con demasiados detalles.


3 comentarios:

  1. Hola, hola nena aquí pasando a saludar, muy padre el blog y excelente reseña, sin spolers que es lo mejor ;)

    Totalmente de acuerdo Richelle nos lleva de la mano por el asombroso mundo de los alquimistas, uno pensaría que al estar lejos de las batallas dhampirs/strigois sería más aburrido pero no es cierto. El mundo de los alquimistas es complejo, rígido y muy cerrado.
    Syney me asombró, bien suele ser callada, paciente y demasido TOLERANTE! para mi gusto pero esa chica sabe dónde golpear. Su lema debería ser "Cuando hieras a un enemigo, hazlo de tal manera que le sea imposible vengarse" AMÉN
    Y lo mejor fue mi querido Adrian Ivashkov, lo siento yo soy team 100% Adrian xDDD me gusta el ruso sin embargo prefiero al chico ojiverde fiestero. Lo amo (por algo llevo el apellido en mi nick)

    Podría seguir escribiendo toda la noche de la magnífica historia que ha trazado Richelle...
    El final simplemente no tiene nombre u.u la espera será muuuy larga. Joder será un infierno.

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  2. Buenisisisma reseña mi niña...el libro es IMPRESIONANTE, y la ultima frase...uuffff, nos vamos a morir esperando ajajaj

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  3. Felicidades por la reseña. El libro, fantástico y como vosotras estoy impaciente por tener el siguiente.

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