10 de marzo de 2012

Crueldad

Amigos, una vez más me he visto con la necesidad de traeros unas palabras que vienen constantemente a mi mente. Una realidad desgarradora que han podido ver mis ojos.

  Día tras día crecemos y descubrimos cosas nuevas. Lamentablemente no todo lo nuevo es bueno.
 Yo, era una de esas personas que como Sócrates afirmaba y estaba convencida de que “nadie obra mal a sabiendas”. ¡Ingenua de mí! Pensaba que si alguien se daba cuenta de que sus palabas, actos o instintos egoístas dañaban sobremanera a otra persona, dejaría de actuar de ese modo. Con mi ignorancia pensaba que muchas creencias llevan a mucha gente a errar, por sus ideas erróneas. Justificaba muchos hechos con un “no sabe lo que hace”.    Esquivaba muchos otros con un “si supiera lo que le está haciendo a X, no seguiría adelante”. Incluso llegué a asegurar: “cuando vea las consecuencias de sus actos, rectificará”.
  Ah, esperanzadoras ideas las mías. Ingenuas emociones de alguien que no quiere ver el mal. Ilusos pensamientos de alguien que quiere ver lo mejor de cada persona.

  Pero mi Yo pasado, no se quedaba ahí. Pensaba además que la gente nacía siendo “buena”, “pura”, que era el tiempo, las malas influencias, las desgracias e injusticias de la vida lo que la tornaban “malvada” (vale, malvada no estaba en mi vocabulario, pensaba exactamente que esas personas, cegadas por el odio, eran incapaz de actuar de otra manera).
  De nuevo: ¡ingenua de mí!

  Hoy, mi vida, mi corta experiencia me muestra cuán equivocada estaba. Y como siempre: para aprender, perder. Amigos, ¿conocéis el odio? ¿Tal vez el egoísmo? ¿El egocentrismo? ¿Os habéis sentido manipulados, utilizados? ¿Habéis experimentado el sadismo de otra persona en vosotros? He visto con mis propios ojos cómo alguien disfruta causando dolor, cómo alguien plenamente consciente de cuáles van a ser las consecuencias ha seguido adelante con sus actos.
 Lamento comunicaros, que la crueldad existe. Que ésta es innata. Y habita entre nosotros haciendo meya en vuestros corazones, hurgando vuestras almas, arrasando vuestros sentimientos. Haciendo trizas tanto cuanto les sea posible. Así es ella, silenciosa, astuta y siniestra.

 Puede que este “ensayo” no sea muy esperanzador, puede que mis pensamientos no os gusten o no os parezcan apropiados para este blog. Pero no todo es amor. Abramos los ojos, quitémonos esa venda y miremos, observemos todo lo que nos rodea. Entonces, nos daremos cuenta de que no todo es “bonito”.
  ¿Soy una de esas personas envueltas en seda y rellenas de crueldad? No. Y estoy segura de que no, porque descubrir cuán equivocada he estado durante toda mi vida ha hecho mella en mí, me ha robado la inspiración, la “felicidad”, la tranquilidad, y me ha invitado a contaros a todos mi verdad. Estoy infinitamente triste por no poder seguir soñando en mi bonita y esperanzadora teoría proveniente de Sócrates. Porque luché, defendí con uñas y dientes, justifiqué lo injustificable… todo, para hacer creer a los demás que esas personas perversas podía cambiar. “El conocimiento era la solución”.
  Incluso me siento triste por ellos, y por los que son dañados por su causa. Siento rabia, frustración y desesperación al ver a esas personas que sin siquiera un pestañeo agreden a otras, y no puedo evitarlo. Y aunque pudiera, no solucionaría nada, porque mañana atacarían a otra persona, y a otra y a otra más... 
  No entiendo a esas personas, no comprendo su comportamiento ni alcanzo a imaginar cuáles son sus pensamientos. Ése es otro de los motivos por los que afirmo que no estoy rellena de crueldad.

  Ahora pienso que todo aquel que quiera ver, puede ver. Que todo aquel que verdaderamente quiera cambiar, puede cambiar. Que todo aquel que quiera redimirse, perdonarse a sí mismo y elegir otro camino, puede hacerlo. Pero si no lo hace, su único motivo es: que no quiere.

¿Y vosotros, dónde os situáis?

Pido disculpas por mi divagación de hoy. Pero a veces es necesario decir algo, antes de continuar.
Recordad cuántas cosas podéis cambiar si así lo deseáis.
Con amor, Melinda.


P.D: no os olvidéis de incluir "crueldad" en vuestro diccionario. 

3 comentarios:

  1. Cielo, nunca podré incluir crueldad en mi vocabulario si en la misma frase aparece tu nombre.... te quiero

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    1. Ohh... me dejas sin palabras cariño!!!!! Muchísimas gracias! Yo también te quiero, lo sabes.

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    2. hola , antes que nada queria decirte que tienes un buen blog y respecto a esto si definitivamente no le desearia a nadie conocer esta parte de la naturaleza humana que habita demasiado en algunas personas, por mi parte te puedo decir que yo conoci la crueldad y mi venda se cayo de los ojos en un tris, entiendo de lo que hablas y lamento que te haya tocado, por que no es algo que le desees a alguien experimentar, pero en fin (creo que me extendi), creo que es bueno que sigas y no te quedes en algo. bye :)

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