Reseña de “Pídeme lo que quieras” de Megan Maxwell

Título: Pídeme lo que quieras

Autora: Megan Maxwell

Género: Erótica

Editorial: Esencia

ISBN: 978-84-08-03451-3

Sinopsis:

<<Tras la muerte de su padre, el prestigioso empresario alemán Eric Zimmerman, decide viajar a España para supervisar las delegaciones de la empresa Müller. En la oficina central de Madrid, conoce a Judith, una joven ingeniosa y simpática de la que se encapricha de inmediato.

Judith sucumbe a la atracción que el alemán ejerce sobre ella y acepta formar parte de sus juegos sexuales, repletos de fantasías y erotismos. Junto a él aprenderá que todos llevamos dentro un voyeur, y que las personas se dividen en sumisas y dominantes… Pero el tiempo pasa, la relación se intensifica y Eric comienza a temer que se descubra su secreto, algo que podría marcar el principio o el fin de su relación.>>

Según mi opinión:

Quiero hacer una advertencia/observación antes de comenzar a hablar de lo que realmente importa, para que nunca podáis decir que no os lo dije. Esta novela no es apta para cardiacos, ni para gente con tabús, ni mentes cerradas, ni personas poco tolerantes. Normalmente bromeó con estos asuntos pero esta vez voy en serio. La historia es muy peculiar y comencé a leer como leo cualquier otro libro de la autora hasta que llegado un punto dije: bien, Aida, vas a tener que abrir tu mente y entender la perspectiva del querido Mr. Zimmerman. Con esta novela he conocido una nueva faceta mía que no sabía que tenía, y es que puedo llegar a ser bastante posesiva en lo que a hombres respecta… jajajaja Y es que amig@s, esto es erótica y no una historia romántica destinada a escandalizar.

Bien, dicho esto, vamos al lío:

La portada… es original, incluso la veo madura por alguna razón, pero no termino de identificar la historia con ella. Obviamente han conseguido lo que consiguió Grey con la portada de la corbata, que todo el mundo relacione esa portada, ese estilo concreto con Megan maxwell y con Pídeme lo que quieras. Además estoy agradecida de que se hayan olvidado de ese artículo masculino en esta ocasión, porque empiezo a cansarme de esas portadas que automáticamente te remiten a Cincuenta Sombras. Me gustan las historias originales y si la portada ya es una imitación, siento que me van a timar y huyo del libro a no ser que me lo recomiende alguien que considere que tiene un buen criterio literario.

Los personajes…

Judith Flores, Jud para los amigos, es una mujer corriente, una mujer que podrías ser tú, que podría ser yo. Alguien cuyo trabajo está casi, casi en la cima de su lista. Tiene que mantenerlo para seguir saliendo adelante, como toda mujer independiente. Además tiene ese tinte de protagonista de Megan. Es una mujer fuerte, decidida, luchadora, en resumidas cuentas, una Guerrera. Pero es también alguien que se enfrenta a un nuevo mundo, con los miedos que eso conlleva, con las inseguridades que todas tendríamos… y eso es precisamente lo que la hace más real, lo que hace que te puedas identificar con ella fácilmente, porque yo también me escandalizaría, porque yo necesitaría pensar…

Eric Zimmerman, alias Iceman. ¿Qué os digo de él? Es un hombre frío (tal como su mote indica), serio, poderoso, con “placeres ocultos”, con un gran pasado sobre sus espaldas, pero sorprendentemente también es posesivo, tierno cuando la ocasión lo requiere… Me enamoré de él prácticamente al instante, posiblemente por ese aire misterioso que siempre le acompaña.

Sin embargoooo, por primera vez desde que “conozco” a Megan Maxwell hay un personaje que no me ha gustado nada. La hermana de Jud… es una mimada, consentida y por alguna razón me da la sensación de que se cree mejor que ella. Además, lo siento pero tengo que decirlo, cada vez que la llamaba “cuchufleta” se me ponían los pelos de punta. No me ha gustado nada, y cada vez que la palabra salía me veía expulsada de la historia con un: “¿really?”. (Ya sabéis soy muy puntillosa y crítica y si no me meto con algo no me quedo tranquila jajajaja)

La trama…

Ya os he comentado al principio que debéis leer esta historia quitándoos tabús en el plano sexual, ahora bien, dejando esta parte a un lado, estamos ante otra gran obra de Megan Maxwell.

Fueron muchos los comentarios que leí sobre esta historia en los que la comparaban a “Cincuenta Sombras”, e incluso algunos eran demasiado irrespetuosos y de mal gusto (creo firmemente en las críticas constructivas, pero detesto con todas mis fuerzas las destructivas). Bien os diré que el Señor Zimmerman es un hombre rico, propietario de una gran empresa, con algunos “traumas” (si es que se les puede llamar así) a sus espaldas. Es frío y distante en un principio, hasta que no se le conoce. Y hasta ahí los “parecidos” con Grey. Siento que está sucediendo lo mismo con Grey que con Crepúsculo. Tras la fiebre Twilight, todas las historias de juvenil romántica que aparecían en el mercado eran comparadas con la gran obra de Stephenie Meyer. Ahora todo cuanto esté guardado bajo el género erótica es comparado con Grey. Sé que una reseña no es el lugar para debatir esto, pero resulta que Pídeme lo que quieras ha sufrido estos ataques injustificadamente. Acaso, ¿no había historias sobre empresario u hombres de poder antes de Grey? Del mismo modo que no había google antes de Bella, ¿verdad? Me parece ridículo que la gente no tenga más que este criterio. He aprendido recientemente (aunque ya lo había descubierto por mí misma) que todas las obras tienen unos referentes literarios, comparten una estructura. Pues ¿todas las tragedias son “iguales”, no? Incluso todas las distopías (tan de moda últimamente), tienen muchas cosas en común, y no por ello son iguales o copias, y aunque hablamos de puntos en común cuando hacemos las reseñas, no se nos ocurre comparar una historia con la otra (librando las excepciones). Perdonad que me haya desviado, pero necesitaba aclarar con los argumentos pertinentes que “Pídeme lo que quieras” no es bajo ningún concepto la copia española de “Cincuenta Sombras”. La autora tiene la suficiente magia en su pluma para no precisar hacer algo tan absurdo.

Siguiendo con la trama quiero destacar algo que me ha parecido muy original. Y es que Megan Maxwell se mantiene fiel a su estilo, muy español (aunque reconozco que ha habido un par de frases que me han sobrado, son cosas que caracterizan mucho a la autora y que ayudan a hacer más real el personaje, Jud es una española de bandera y tenemos nuestras muletillas). Esto puede resultar nuevo en este estilo, a pesar de que ya contamos con Noelia Amarillo, otra autora muy española. Por algún motivo, esos tintes españoles que aparecían en este libro han llamado mi atención, y el hecho de que sucediera en Madrid me ha gustado mucho. Es una clara demostración de que no necesitamos salir fuera de nuestras fronteras para escribir una buena historia.

Como siempre, la historia sigue un ritmo constante, en ningún momento se hace pesada o la trama se atasca, un punto lleva a otro muy coherentemente. Pero, tratándose de Megan, no esperaba otra cosa. Tenemos momentos divertidos, apasionados, sentimentales, tristes… de todo un poco, como siempre. Y un final… ¡Qué final! Llevo meses sufriendo con ese final y sigo teniendo ganas de descuartizar a mi Diosa de los Celos (por qué obvio, hay celos, de esos tan bien escritos y fundamentados que te hacen sentirlos a ti también). ¿Qué más queréis que os diga?

Como comprenderéis por mi reseña, no puedo más que darle cinco chocolates y mi preciado Always and Forever a esta historia con la que Megan Maxwell debuta en el género erótico.

            

Deciros que la 2º parte: Pídeme lo que quieras ahora y siempre sale el día 26, y eso es ya mismo. Por eso os he querido traer la reseña hoy, a pesar de que leí el libro hace unos cuantos meses.

Por tanto, si no lo habéis leído aún corred a vuestra librería a por los dos. Estoy segura de que la primera parte no os dejará indiferentes.

Un besazo.